Quería que fuera un lugar doble.

La Passerelle es ante todo mi estudio y mi lugar de creación. Es el lugar de la intimidad, de los momentos solitarios, del tiempo alargado donde recompongo todo el material visual acumulado en mis cuadernos de artista. Es el lugar donde me dejo atravesar por las impresiones del mundo exterior. Es el lugar donde surgen las líneas, sus recorridos, sus entrelazamientos y los dibujos que trazan.

Como el proceso creativo es una interacción con el mundo exterior, también quería que La Passerelle fuera un lugar abierto donde la gente pueda reunirse. La Passerelle es, en un entorno natural preservado, un espacio de cruces que favorece los intercambios artísticos y un terreno de experimentación. La idea que subyace bajo La Passerelle es el diálogo entre las artes permite intercambios fértiles y la multiplicación de los lenguajes artísticos. La Passerelle es un lugar abierto a la singularidad y la diversidad.